¿La cuesta de enero? No, si un mes se nos hace cuesta arriba es septiembre. Finaliza el periodo de vacaciones por excelencia y debemos retomar nuestras rutinas, comenzando por la vuelta al trabajo. Hoy queremos recopilar algunos consejos para hacer más llevadero la reincorporación tras las vacaciones.
Nuestro primer consejo es iniciar un periodo de adaptación unos días antes, sobre todo en lo que se refiere a los horarios. Ir adaptándonos a nuestro horario, levantándonos cada día un rato antes, y recuperar los horarios de comidas y cenas, etc. Si hemos descuidado nuestra alimentación durante las vacaciones, podemos ir retomando una alimentación más equilibrada. Eso sí, si empezamos unos días antes de la fecha de vuelta, podemos ir haciéndolo poco a poco.
Vuelta al trabajo
Sin duda alguna, volver a nuestra actividad laboral es lo que más duro se nos hace. Lo primero es que volvemos a madrugar, por lo que es importante retomar desde unos días antes los horarios. Para nuestro primer día, mucho mejor si nos lo tomamos con calma, siempre que nuestra agenda nos lo permita, dedicando el primer día a retomar lo que dejamos pendiente y haciendo un descanso de 10 minutos cada dos horas.
No te agobies si el primer día te cuenta concentrarte, es normal después de las vacaciones. Comienza por las tareas más sencillas y enfócate en objetivos más pequeños y a corto plazo para iniciar tu actividad tras el parón de las vacaciones. Mantén ordenado tu lugar de trabajo y no estés muy pendiente del teléfono, eso te ayudará a centrarte en tu trabajo.
Organiza la agenda para la primera semana de trabajo y disfruta de reencuentro con tus compañeros. Y, al terminar tu jornada laboral, aprovecha para disfrutar del aire libre, de reencuentro con amigos, de la práctica de algún deporte o de nuevas actividades de ocio. Disfruta de tiempo más allá de la vuelta al trabajo.
Actitud positiva
Y, finalmente, lo más importante es mostrar una actitud positiva. Enfócate en los aspectos positivos del regreso como puede ser el reencuentro con familia y con los amigos, recuperar tus aficiones y tus hobbies, retomar las rutinas que más te gustan y te hacen sentir bien. Además de recuperar algunas costumbres, el regreso de las vacaciones es el momento ideal para buscar nuevos hábitos con que ilusionarte: ir a clases de baile, apuntarte a clases de algún idioma, retomar un curso de jardinería o aprovechar el día del espectador para ir todas las semanas al cine, por ejemplo.
Y siempre puedes echar un vistazo al calendario para buscar el próximo puente y organizar una escapada o nuevas actividades de ocio con las que disfrutar de tu tiempo libre.
