El anti líder y la comunicación interna

Cuando oímos la palabra liderazgo, solemos relacionarla con inspiración, acompañamiento, impulso al desarrollo profesional de todo el equipo, alcance de objetivos, motivación, etc.

Sin embargo, no todos los liderazgos son positivos. Hay líderes que buscan sus propias metas, sin importar los intereses del resto de miembros del equipo, líderes que se aprovechan del trabajo del grupo en su propio beneficio, no confían en la capacidad de su equipo… Son actitudes más relacionadas con una especie de anti líder.

Este tipo de liderazgo tiene distintas consecuencias, todas negativas, tanto para los equipos como para la organización: una falta de compromiso por parte de los integrantes del grupo y un mal clima laboral que se traducen en una menor productividad y un peor desempeño.

Comunicación, pieza clave

La comunicación interna es una herramienta para crear y mejorar la cultura organizacional a través del trabajo en equipo, liderazgo y consciencia. Y si hay un aspecto que se resiente ante un liderazgo negativo es, precisamente, la comunicación.

Un líder negativo tiene pocas habilidades para la comunicación, esta no es eficaz y no favorece un buen ambiente de trabajo. En vez de usar un lenguaje constructivo y alentador, su discurso es crítico y negativo. Muchas veces se centra en marcar lo que una persona hace mal con críticas nada constructivas. Es su responsabilidad corregir lo que está mal, pero mejor si lo hace sin juzgar ni culpar.

Una herramienta útil

Pero la comunicación también es la herramienta que nos puede ayudar a producir cambios positivos ante este tipo de liderazgo negativo. La comunicación interna debe dirigir a todos los miembros de la plantilla para alinear su desempeño profesional con los objetivos comunes.

Si el objetivo es mejorar la comunicación con el equipo, el líder debe apostar por una comunicación directa y asertiva. Apostar por una comunicación fluida, honesta y adecuada es una forma de comenzar a revertir un mal clima en un grupo de trabajo, porque supone empezar a centrarse en el problema y no en la persona, favorece la escucha y la transparencia para que todo el equipo pueda aportar ideas y soluciones. Esa comunicación más abierta hará que la propuesta de ideas fluya y haya confianza para hacer y responder preguntas.

¿Cómo lo conseguimos? La comunicación de apoyo nos puede ayudar. Es una herramienta en la gestión de recursos humanos para la resolución de conflictos, evitando que se deterioren las relaciones interpersonales entre los integrantes de equipos de trabajo.

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