Las personas tóxicas desgraciadamente se encuentran en cualquier lugar, y mucho peor si tenemos la mala suerte de contar con uno en nuestro ambiente de trabajo o de estudio. Convivir con este perfil de profesionales es agotador y difícil de gestionar ya que suele desencadenar ambientes laborales poco agradables, desmotivación profesional e inconformidad en el lugar de trabajo. Absorberá la buena energía que genera el equipo y se verá afectada la productividad, y creará frustraciones a la hora de trabajar con él o ella.
Es muy importante identificar a este perfil de empleados por parte de los compañeros, pero también por el equipo directivo para poder trabajar y mejorar el ambiente global como equipo. No solo evitándolos, si no apostando por mejorar ciertas claves en conjunto.
Puedes identificar a estos compañeros por una serie de características comunes: Se victimiza por absolutamente todo lo que pasa a su alrededor; Crea conflictos a nivel personal y laboral; Siempre habla sobre cosas negativas; Duda e infravalora las capacidades de los compañeros; No asume sus errores; Se niega a trabajar con otros compañeros para agilizar el trabajo; Critican a sus superiores; Fomenta rumores personales sobre los otros compañeros.
Os presentamos 5 puntos para mejorar la convivencia con estas personas tóxicas y que no afecte en gran medida al trabajo global del equipo.
- Comunicación asertiva
Es importante cuando expreses el problema lo hagas de una forma tranquila y empática. Intenta controlar tus palabras, expresar lo que sientes y comprensible a todo tu entorno. Algunas de sus actitudes pueden generar un impacto negativo en aquellos que los rodean.
- Saber marcar los límites
Es necesario marcar límites claros desde un principio, ya que las personas toxicas tienden a saltárselos. Es muy importante tener la determinación de cumplirlos antes tú y que ellos no los sobrepasen.
- Controlar el estrés y momentos de tensión
El malestar causado por las relaciones tóxicas en el trabajo genera problemas psicológicos como la ansiedad, el estrés o la frustración. Hay que saber valorar los aspectos positivos que aporta nuestro empleo e intentar no llevar estas problemáticas al ámbito personal.
- ¿Qué puedes cambiar por tu parte?
Nunca olvides por qué te gusta tu trabajo, relaciónate con otros compañeros en la oficina, céntrate en tus objetivos y cuáles son tus metas profesionales. Y sobre todo, evita los conflictos y los malos tonos.
- No te lo tomes como algo personal y comparte tu malestar con otros compañeros
Aprende a compartir tu frustración con otros compañeros, haz una crítica constructiva y pon en conocimiento de tus compañeros y superiores la situación con esa persona tóxica para poner una solución lo antes posible.
Estos sencillos pasos te ayudaran a recordar siempre que hacer para sentirte más confiado y cómodo en tu entorno laboral, sin importar quién esté trabajando allí contigo. La comunicación siempre es el mayor aliado para solucionar los problemas de tus entornos de trabajo.