La importancia de la medición en CI

La comunicación interna básicamente tratar de involucrar, informar e inspirar a nuestros empleados, y una de las obsesiones de los gestores de la comunicación interna es cómo demostrar a sus superiores que los recursos invertidos en esa comunicación son rentables para la compañía. Así, no podemos tener una clara visión del impacto de nuestras acciones de comunicación interna si no tenemos una manera definida para medirla. Con la aparición de las comunicaciones digitales (intranets, newsletters, etc. …) esta tarea es ahora más sencilla, pero ¿qué debemos y cómo debemos medir esas comunicaciones? Y, sobre todo, ¿cómo lo hacemos con las no digitales?

Analítica

La mejor manera de empezar a recoger datos es a través de nuestros canales digitales y, por ejemplo, podríamos preguntarnos:

  • ¿Cuántos empleados utilizan la intranet?
  • ¿Con qué regularidad?
  • ¿Hay datos demográficos particulares que usan la intranet más otros? ¿Menos?
  • ¿Cuándo lo están usando? ¿Hay «horas pico» particulares para su uso?
  • ¿Cómo están accediendo a ella? (desde su dispositivo móvil, ordenadores de trabajo, etc.)
  • ¿Cuántas visualizaciones ha tenido la newsletter?
  • ¿Cuántos clics ha habido en un artículo en concreto?

Pero tan importante son las preguntas como las respuestas, por lo que debemos definir cuáles son las KPI’s que marcaran la bondad o no de los datos obtenidos. Es decir, si resulta que el 86% de la plantilla usa la intranet y el mes pasado solo era del 14%, podemos decir que el resultado es muy bueno, pero si resulta que el mes anterior era del 100%, entonces algo no ha ido bien. Por eso es muy importante definir un KPI y unos valores objetivos claros que nos permitan realizar mediciones a lo largo del tiempo. Por supuesto estos KPI’s deben ir revisándose para adaptarlos a la realidad de la compañía.

Encuestas rápidas

Además de los datos cuantitativos que se obtienen de las analíticas, es importante también utilizar métodos de investigación cualitativos que perfilen y aclaren los datos obtenidos. ¿Y qué mejor manera de obtener esos datos que preguntar directamente a nuestros colaboradores? Ellos nos dirán qué elementos funcionan, cuáles necesitan mejorar y cuáles hay que eliminar.

Las encuestas rápidas nos aportarán informaciones frecuentes y oportunas a través de formularios breves (máximo diez preguntas) y con opciones reducidas para asegurarnos que los datos obtenidos no se desvirtúan por la gran cantidad de opciones o realidades individuales. Estas encuestas son una gran mejora frente a las encuestas tradicionales que suelen crear rechazo a quien las debe responder.

Seguimiento de la actividad social

No solo es importante medir cuántos empleados interactúan con nuestras comunicaciones internas, sino también qué tan comprometidos e interesados están en su contenido.

Monitorizar el intercambio de contenido entre el personal, lo activos que puedan ser a través de foros u otras herramientas sociales puede ser revelador de cuán efectivos son sus métodos para fomentar la comunicación interna. Compartir y responder a las publicaciones de la empresa indica que nuestros empleados están comprometidos, algo que se reflejará en el análisis de comunicación interna.

En definitiva, es de vital importancia obtener información cuantitativa y cualitativa de nuestras acciones de comunicación interna para poder averiguar qué tal efectiva es nuestra comunicación y qué medidas correctoras debemos aplicar para mejorarla.

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