En el año 2026, el 30% de las organizaciones tendrán productos y servicios listos para el metaverso y hasta un 25% de la población pasará una hora al día en este espacio, según los estudios. La consultora Gartner define un metaverso como un espacio compartido virtual colectivo, que brinda experiencias inmersivas, y es independiente y accesible a través de cualquier tipo de dispositivo.
Ante estas perspectivas, es fácil prever que afectará a todos los negocios con los que los consumidores interactúan todos los días, y que traerá cambios muy profundos en la comunicación corporativa. Según Mark Zuckerberg, y muchos de los tecnólogos implicados en el proyecto, esta realidad virtual alternativa contará con grandes beneficios para las empresas. Será un complemento disruptivo, pero no un sustituto de las estrategias tradicionales, y aportará oportunidades a las marcas para liderar nuevas formas de conexión con sus audiencias.
En el metaverso, no solo navegaremos con unas gafas de realidad virtual sino también con sensores que nos transmitirán sensaciones para interactuar con múltiples elementos digitales (objetos, lugares, etc.) y, lógicamente, con otras identidades virtuales. También permitirá desarrollar contenidos más inteligentes, y ofrecerá una forma más completa de promocionar los productos y servicios. Surgirán nuevas formas de engagement, así como una experiencia de marca y generación de leads totalmente diferente a la actual gracias a herramientas nuevas y los avances en Inteligencia Artificial, Realidad Virtual y Realidad Aumentada.
Por ejemplo, será posible realizar una visita a una fábrica, realizar una rueda de prensa o una formación en el metaverso, permitiendo mostrar un proceso de producción sostenible a miles de personas al mismo tiempo o atendiendo a medios de todo el mundo desde casa.
Se abre un mundo totalmente nuevo en la cadena de valor, ya que los compradores podrán probar de forma virtual un producto o servicio antes de adquirirlo en el mundo real. Y aumentará la asequibilidad de una amplia gama de experiencias y productos, y la sostenibilidad.
Aunque el proyecto está en una fase de desarrollo, sus componentes evolucionan rápidamente. Y aunque por el momento es muy difícil basar una estrategia comercial en un espacio tan dinámico y poco definido, es el momento de empezar a explorar este nuevo panorama digital.