Las últimas tendencias de la gestión del talento en comunicación interna

En las organizaciones, bien sean públicas o privadas, como son las empresas, el capital humano es, o debería ser, el principal activo. Por tanto, atraer, incorporar y, en especial, retener el talento es un objetivo de primer orden. Pero, en no pocas ocasiones, se olvida que quizás la parte más importante a nivel interno es desarrollar el talento de los empleados que ya se encuentran en la organización.

Una pata importante de esa gestión del talento interno ya preexistente se desarrolla a través de la comunicación interna, comunicando y gestionando la información en torno a los planes de la organización en ese aspecto. En ese ámbito tienen un papel clave los directivos y líderes a todos los niveles, siendo ejemplo y correa de transmisión hacia sus equipos.

Las últimas tendencias para conseguir una buena gestión del talento que deben estar presentes en la comunicación interna de las organizaciones son el reskilling y el upskilling.

Estos dos anglicismos resumen y concretan los dos conceptos de gestión del talento ‘de moda’ actualmente y en boca de la comunicación interna: por un lado, el reskilling es el proceso de reciclaje profesional de los trabajadores en la empresa para adaptarse a lo que el mercado necesita; y por el otro, el upskilling, sería muy similar pero no implica reciclaje sino el aprendizaje de nuevas habilidades que faciliten su trabajo diario.

La similitud de conceptos hace que la comunicación interna sea necesaria para trasladar a los equipos de trabajo la importancia de estas dos tareas, que van mucho más allá de la tradicional y estancada formación que se ha realizado tradicionalmente en las organizaciones. De hecho, en un mundo cada vez más digital, en donde la tecnología cambia y evoluciona con gran rapidez, el reskilling y el upskilling toman un peso cada día más importante.

Por último, la comunicación interna de estos conceptos y su desarrollo no debe, ni mucho menos, centrarse en los trabajadores, sino que debe partir de arriba hacia abajo, es decir, hay que incidir en proyectos que impliquen a los líderes, con campañas previas muy focalizadas en ellos para que, una vez establecida una rutina y una cultura organizativa de formación, esta se traslade de forma natural hacia sus equipos.

Más artículos