Los ciberdelitos que pueden hacer tambalear nuestra estrategia de comunicación corporativa

Internet se ha convertido en un universo en el que la comunicación corporativa, tanto externa como interna, debe saber manejarse. Sin embargo, como se ha demostrado ampliamente, no es un entorno ajeno a los peligros como nos recuerda cada año el 8 de febrero, Día Internacional de Internet Segura.

La ciberdelincuencia tiene en su punto de mira no solo a la ciudadanía sino también a las empresas. De hecho, el cibercrimen es uno de los aspectos que más preocupan en el ámbito empresarial ya que los ataques no dejan de crecer amparados en el auge de la digitación y en el teletrabajo, con la plantilla como víctimas recurrentes.

De hecho, el Foro Económico Mundial ha situado a la ciberseguridad como una amenaza crítica. Dichos ataques por Internet pueden quebrar tanto la imagen de una compañía como su balance de cuentas con pérdidas en datos.

Según el Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad), los peligros en Internet a los que las empresas deben estar especialmente atentas están muy ligados también a la imagen que estas trasladan a su clientela y a la sociedad en general. De hecho, no hay mayor riesgo para la comunicación externa de una compañía que una brecha en su seguridad digital, por lo que los departamentos de comunicación externa e interna deben tener preparada una estrategia de crisis para paliar sus consecuencias en el caso de que sucedan.

¿Y cuáles son los riesgos y ataques que puede sufrir la imagen y reputación de una empresa por Internet? En primer lugar, el denominado mail spoofing o envío de correos electrónicos suplantando su identidad. Le sigue la suplantación de identidad de clientes, en el que hacen creer a clientes reales que el servicio realizado por nuestra compañía es muy deficiente. Otro dolor de cabeza para la comunicación corporativa es el hotlinking. Es la suplantación de nuestra web y que, utilizando nuestra reputación e imagen, se venden productos o servicios que nada tienen que ver con nosotros o que, en el peor de los casos, nunca llegan a producirse o entregarse, con lo que el delito es especialmente dañino para nuestra reputación como compañía.

El último de los riesgos latentes en Internet para la imagen de una empresa es el denominado e-skimming, o vulnerabilidades que los ciberdelincuentes pueden encontrar en nuestras páginas corporativas para robar información y utilizarla de manera fraudulenta. De ahí la importancia de que nuestros soportes digitales cuenten con un apoyo técnico profesional para proteger nuestra compañía, nuestro negocio y nuestra imagen de los delincuentes que circulan por el universo digital.

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