La falsa dicotomía entre televisión y redes sociales

En el marco del Día Mundial de la Televisión que se celebra el próximo sábado, reflexionamos sobre la relación entre la televisión y las redes sociales. Al igual que muchos vaticinaron la muerte de la radio con la llegada de la televisión, los modernos gurús anunciaron que Internet y las redes sociales también desplazarían de buena parte de nuestra vida las ondas televisivas.

Pues bien, ninguno de esos augurios se ha materializado. Es más, ha sido todo lo contrario al crearse sinergias impensables hace décadas, y una de ellas es cómo los contenidos televisivos han evolucionado en las redes sociales, creándose una auténtica simbiosis entre ambos universos.

Los diferentes operadores televisivos, bien se traten de tradicionales o a través de las plataformas de pago (HBO, Netflix, Amazon, etc.) han encontrado un gran aliado en las redes sociales, integrando sus contenidos en ellas como una estrategia continua de promoción.

Ahora mismo la competencia entre cadenas y plataformas televisivas es tremenda, nunca vista y a nivel global. Ello les obliga a diversificar sus canales de difusión y a ser mucho más directas a sus nichos de espectadores. Y ahí es donde las redes sociales, en especial Facebook o Twitter, les permite segmentar y ser más directos.

En sentido contrario también ha habido una revolución soterrada, pero de gran calado: el modo de ver la televisión. Ahora el aparato televisivo de nuestro salón no es, ni con mucho, el preferido para ver nuestras series o programas favoritos. Las redes sociales popularizaron el uso de teléfonos portátiles inteligentes y de tabletas, y su versatilidad ha permitido trasladar la televisión a esas mismas herramientas, posibilitando ya no un pay per view, sino un auténtico menú a la carta independiente del lugar o de la hora donde nos encontremos. Ya no tienen sentido las famosas franjas horarias, excepto para los canales ‘tradicionales’ muy enfocados a un público de cierta edad.

Así pues, somos testigos actualmente del nacimiento y desarrollo de productos televisivos híbridos, también llamados transmedias, que saltan entre plataformas y se valen de ellas para desarrollarse. Además, no debemos olvidarlo, la estrecha antes relación entre televidente y cadena de televisión se ha expandido con las redes sociales, en donde el diálogo puede ser continuo y bidireccional.

Todo ello nos muestra un futuro en el que redes sociales y televisión no son competencia, sino herramientas de contenidos que están por encima del tipo de canal a utilizar.

El gran reto está en las implicaciones de este nuevo universo de contenido en el ámbito jurídico o publicitario, ya que las reglas que hasta ahora se marcaban han quedado rápidamente desfasadas.

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