¿Has participado alguna vez en el juego del teléfono (también conocido como “de los disparates”)? Es excelente para tomar conciencia del peligro de los malentendidos. En este juego un grupo de personas se dispone en corro y el primer jugador susurra al oído de quien tiene al lado una frase ocurrente, inventada. El segundo jugador trata de repetírsela al compañero contiguo, pero más rápidamente, y así sucesivamente.
El caso es que el mensaje original va circulando de boca a oreja por todo el grupo, hasta que el último jugador cuenta en voz alta lo que ha creído entender y todo el mundo se echa unas risas. En una actividad de team building (o en un afterwork) resulta gracioso. Pero imagina la misma escena al lado de la máquina de café de la oficina o del centro de trabajo y que el mensaje que se transmite es que la reunión con el principal cliente de la empresa no ha ido todo lo bien que cabía esperar: “ha pedido cambios en el equipo”.
Las palabras se las lleva el viento, sobre todo cuando tenemos decenas de inputs diarios. Por eso algunos mensajes conviene fijarlos, desarrollarlos negro sobre blanco o resaltarlos. Tanto si queremos informar como si pretendemos seducir, influir o persuadir. En cualquier caso, se trata de asegurarnos de que todos remamos en la misma dirección.
Por eso es conveniente cultivar relaciones sólidas y fructíferas con canales estables de comunicación interna. Da igual si es una newsletter digital o una revista en papel, una app, un boletín o si se trata de la intranet. Lo importante es que fluya por ellos información pertinente y contrastada.
Si quieres contarnos tu caso, o que nosotros te sigamos explicando por qué puede ser buena idea disponer de una publicación corporativa interna (online u offline), somos todo oídos: www.comunicas.es
