¿Conoces a tu público? Entonces háblales en su idioma

“Disparar a cañonazos”. Cuando se diseñan acciones de comunicación sin pensar, sin analizar bien el contexto, las herramientas y, sobre todo, el público al que van dirigidas es como disparar a un objetivo muy concreto y focalizado con un cañón. Es decir, esperamos dar en el blanco con las acciones y herramientas ideadas, pero una vez que se despeja el humo el blanco sigue intacto, es decir, las acciones y herramientas no han llegado al público deseado.

Para que esto no pase hay que tener un tiempo de reflexión y análisis. Ver qué material queremos lanzar y comprobar al público que queremos llegar. Dar en el blanco sin realizar un estudio previo es muy difícil, incluso arriesgado, y funciona cuando sabemos que el producto o servicio que tenemos es esperado y demandado, pero esta situación es muy improbable.

Antes de comenzar a mover la maquinaria es fundamental pensar en el mensaje corporativo que vamos a lanzar y ver dónde está el target al que queremos llegar. Esta parte es esencial. Ser capaces de reconocer el público al que queremos llegar nos permitirá dar en el blanco. Esto no quiere decir que solamente nos centremos en un segmento, sino que podremos variar nuestras acciones para que aquello que queramos transmitirles se retoque de la mejor manera para hacerlo atractivo a cada público.

Para acertar es imprescindible conocer en profundidad a este segmento; hay que mimetizarse para entender su cultura, la razón de su actividad, lo que le gusta, aquello que no soporta, etc. Este conocimiento nos permitirá “hablar su idioma” y con ello vestir la acción de tal forma que atraigamos su atención y capten nuestro mensaje.

Una de las claves para aprender este nuevo lenguaje es hacerse preguntas pensando en este público o públicos al que queremos llegar. La primera de ellas, y que nos permitirá saber si lo que queremos entregarles es apropiado, es ¿qué consume y por qué lo hace? Para ver si contamos con el factor de la novedad hay que saber si ¿ya hemos contactado antes o es la primera vez que nos acercamos? Como siempre es mejor prevenir que curar, también podemos preguntarnos cuáles son las respuestas que esperamos por parte de este público, con esta información podremos ir trabajando en distintos escenarios para, a su vez, comenzar las siguientes acciones hacia este público.

Hacerse preguntas sobre el público al que nos queremos dirigir es la mejor manera de comenzar a conocerlo, de empezar a hablar como ellos. Estas preguntas nos ayudarán a dejar de lado los cañones y mejorar mucho nuestra puntería. Éxito asegurado.

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