Comunico, luego existo…¡y sobrevivo!

Faro Industria despide a 62 trabajadores de su planta de Vigo”. Mía Nevado, consejera delegada de Faro Industria, desayuna con este titular en la portada de los periódicos de Galicia, y algún otro de alcance nacional, un sábado que se presentaba tranquilo y apacible. En menos de 10 minutos, su móvil empieza a sacar humo entre llamadas y WhatsApp de familiares, amigos y conocidos preguntándole por lo que habían leído en la prensa del día. Los que más le llamaron la atención, los WhatsApp de sus sobrinos alertándola de que la noticia ya empezaba a circular por redes sociales.

Ese día, Mia Nevado descubre la importancia y el valor de la comunicación a la que, hasta la fecha, había asociado a la realización de algún que otro spot televisivo y a contadas apariciones en revistas del sector.

Mía Nevado descubre que un acto o fenómeno no se explica por sí solo, sino que las personas lo interpretamos a nuestra manera y no siempre como la empresa quisiera. “Lo que no cuentes tú, lo contaran otros en tu lugar y no de la manera como a ti te gustaría”, se dice.

La comunicación es lo que se cuenta, pero es también lo que no se cuenta. Es imprescindible establecer los criterios para optar por una u otra opción, es decir, por comunicar o por gestionar el silencio, y esos criterios, entre muchas otras directrices, se recogen en la Estrategia Global de Comunicación. De establecer y seguir una estrategia comunicativa depende el éxito o fracaso de la estrategia empresarial, comercial, accionarial o institucional de una organización. Como dice Joan Costa en su artículo El Director de Comunicación, la nueva figura central en la empresa del siglo XXI, “toda relación se soporta sobre la comunicación”. Así, las relaciones con los accionistas, las instituciones, los medios de comunicación, los líderes de opinión, los clientes y los proveedores requieren de una estrategia de comunicación específica para cada uno de ellos.

Una estrategia global de comunicación hubiera dado un respiro a Mía Nevado ese sábado primaveral de 2019, porque “solo” hubiera tenido que activar y reunir al Comité de Comunicación, seguir los pasos establecidos en el plan de acción y revisar los documentos previstos para cada situación.

Las situaciones pueden ser de crisis, como la que se encontró Mía Nevado, pero pueden estar relacionadas con la comunicación de un nuevo producto o servicio o con el anuncio de una inversión y la generación de nuevos puestos de trabajo. La comunicación no siempre está relacionada con “marrones”, aunque es cuando surge un “marrón” cuando más se la valora.

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