La anunciada, y absurda, desaparición del ‘influencer marketing’

El primer trimestre de cada año es fértil en pronósticos que pretenden, con más o menos acierto, con más o menos análisis científico, adelantar qué es lo que nos deparará el futuro a corto plazo. El sector del marketing no lo es menos y, en especial, este año el objetivo de dichos augurios ha sido el denominado influencer marketing.

Anuncios, como el de la consultora WGSN (Impulsores del futuro 2023), anuncian que en apenas dos años los influencer, al menos en sectores como el retail o la moda, decaerán como elemento de marketing.

Más allá de análisis puntuales, lo que la marcas, las empresas o las instituciones deben entender es, curiosamente, el concepto en sí del influencer, ¿quiénes son influencer? Podría pensar que esta figura es nueva, nacida al albor de las nuevas tecnologías y, en especial, de las redes sociales. Pero lo cierto es que influencer, ‘influenciadores’, personas con capacidad de influir en el modo de pensar, actuar y comprar han existido desde los albores de la historia.

El ser humano, como masa, es enormemente influenciable, y así siempre lo han entendido los grandes manipuladores de la historia. Manipulaciones que han servido tanto para objetivos lícitos como otros mucho más oscuros. ¿Podría decirse que Platón, Colón, Marx o Beethoven fueron influencers de su tiempo? Por supuesto.

Nuestro padres y abuelos también tuvieron sus propios influencers, adaptados a cada época, en forma de futbolistas, artistas o políticos. Pero la gran revolución ha venido de la mano de los nuevos canales en los que esos personajes influyentes, esos influencers, llegan de forma más directa a los diferentes públicos objetivo.

Internet, y con él las redes sociales, actuales y futuras, han cambiado el panorama de unos influencers cada vez más segmentados, más dirigidos a nichos de público específico, por edades, aficiones, estatus social, etc.

Por ello, pronosticar el fin de los influencers es anacrónico con lo que ha venido ocurriendo durante la historia de la humanidad. Lo que es evidente es que los canales seguirán evolucionando, con nuevas plataformas y redes sociales que acaban de aterrizar o que aún no conocemos (Caffeine, Facecast, WT, Twitch…), y los actuales influencers o se adaptan o cederán el paso a nuevos, y el marketing evolucionará con ellos.

Lo que no cabe duda es que el actual mercado del influencer marketing seguirá moviendo cifras millonarias y las plataformas y agencias lo tendrán muy presente en sus enfoques hacia sus clientes.

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