Decía el famoso creador de juegos de mesa Klaus Teuber que las virtudes del buen jugador son agilidad, humor, sociabilidad, suerte… y saber perder. Eso es: CUANDO JUEGAS, TE PUEDES PERMITIR PERDER, y en ese escenario es más fácil que nos quitemos la coraza y nos abramos a una comunicación franca y genuina. El juego distendido también hará aflorar líderes naturales, de los que no sienten la necesidad de atarse fuerte el nudo de la corbata.
La digitalización de la sociedad y el crecimiento exponencial de la cultura de los videojuegos ha despertado el interés de expertos en comunicación, recursos humanos o educación para aplicar mecánicas de juego en entornos no lúdicos, UNA ESTRATEGIA PODEROSA PARA MOTIVAR Y CREAR ENGAGEMENT siempre que (todo juego tiene sus reglas):
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¿Qué tareas serían susceptibles de convertirse en juego?
¿Quieres conseguir el compromiso de tus trabajadores/compañeros con una campaña interna, ZAMBULLIRLES en la cultura corporativa de la empresa o enriquecer un programa estándar de elearning con videos de realidad aumentada? ¿Sería apropiado recrear un escenario virtual como el que las nuevas incorporaciones se encontrarán cuando estén en su puesto, o convertir un programa de compliance en un tablero de juego en el que ganar puntos y avanzar por equipos contestando a preguntas? ¿Y qué te parecería tenerlo en formato App para JUGAR EN CUALQUIER PARTE?
Se trata, en primer lugar, de IDENTIFICAR AQUELLAS TAREAS SUSCEPTIBLES DE SER CONVERTIDAS EN UN JUEGO en cualquier entorno de trabajo, para luego diseñar el juego que mejor se adapte a los objetivos a conseguir. Contáctanos si quieres que identifiquemos juntos estas tareas y luego decodifiquemos juegos hasta su mínima expresión para poderlos aplicar al departamento en cuestión.
Crecerá la productividad de tu plantilla
Jugar es algo muy serio. Analízate cuando lo haces: el nivel de concentración que adquieres cuando pones el foco en conseguir el reto. La gamificación en entornos laborales permite pasar de la conectividad al engagement, consiguiendo que colectivos o individuos participen de manera dinámica, proactiva (e inadvertida), en acciones que generalmente requieren voluntad. La gamificación del trabajo puede aumentar la motivación y la productividad de empleados, y también hacer más efectiva cualquier acción de comunicación interna. Recuerda: EL JUEGO ELIMINA MIEDOS.
¿Te apetece jugar? Danos un toque y bajamos
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